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Historia de Pomaire
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Pomaire significa “cueva de salteadores”, en lengua incaica.
Está ubicado en un valle transversal y se encuentra a 67 Km. de Santiago y a 7 Km. de Melipilla. Es una aldea alfarera, en donde actualmente casi todos sus habitantes viven de la alfarería y el comercio de cerámicas.
Sus orígenes se remontan a un pueblo de indios que entre los siglos XVI y XVIII fue trasladado numerosas veces de lugar por los encomenderos, estancieros y acenderos. A través de este largo período, el pueblo fue perdiendo sus tierras. La actual ubicación de Pomaire data de 1771, fecha del último traslado. Es posible encontrar a esta fecha, cierta especialización alfarera, gracias a la presencia de ricas minas de greda y a la difusión de esta actividad en la zona (Talagante y alrededores de Melipilla). Sin embargo, las características de esta aldea alfarera, con una herencia indígena y un pasado campesino parecen haberse reforzado a partir de la segunda mitad del siglo pasado, cuando el cacique Juan Bautista Salinas, a sugerencia de doña Remigia Castro Montana, su esposa de origen español, comienza a incentivar a los habitantes del pueblo a elaborar cerámicas para venderlas en Valparaíso, en el mercado del “Cardonal”.
A partir de 1853, caravanas de cerámica viajan a Valparaíso antes de pascua y posteriormente se dirigen al santuario de la Virgen de Lo Vásquez, para la celebración de la purísima. También se hacían cerámicas para el trueque de alimentos.
Con el paso del tiempo las antiguas haciendas se subdividieron formando pequeñas parcelas, cambiando la fisonomía del pueblo con una nueva concentración de viviendas. Las actividades agrícolas en el pueblo se han extinguido, sólo en sus alrededores se explotan viñedos, patronales, paltales y limonales. La urbanización transformó a Pomaire en un pueblo alfarero y hoy en día es el sustento principal de las familias de Pomaire. |